El fauvismo fue un movimiento artístico que surgió en Francia a principios del siglo XX, específicamente en la primera década de 1900. Marcó un cambio radical en la forma en que se concebía y se representaba el arte en ese momento. Los fauvistas, liderados principalmente por Henri Matisse y André Derain, rechazaron las convenciones tradicionales del arte y se embarcaron en un enfoque completamente nuevo y audaz hacia la pintura.

Uno de los aspectos más distintivos del fauvismo fue su uso revolucionario del color. Los fauvistas creían que el color tenía su propia autonomía emocional y expresiva, por lo que no estaban interesados en representar los colores tal como se ven en la realidad, sino más bien en usarlos de manera subjetiva y expresiva para transmitir emociones y sensaciones. En lugar de mezclar cuidadosamente los colores en la paleta para lograr tonos realistas, los fauvistas aplicaban colores directamente del tubo, a menudo en tonos puros y vibrantes, lo que resultaba en obras con una intensidad cromática sin precedentes. Esta audaz aplicación del color se convirtió en una de las características más distintivas del movimiento.

Otro aspecto importante del fauvismo fue su enfoque en la simplificación de las formas y las estructuras compositivas. Los fauvistas tendían a representar sus sujetos de manera plana y bidimensional, sin preocuparse demasiado por la perspectiva o la profundidad espacial. Las formas se simplificaban y se estilizaban, y las líneas se dibujaban con una libertad gestual que a menudo enfatizaba la energía y el dinamismo de la obra.

El fauvismo abarcó una variedad de temas, desde paisajes y retratos hasta naturalezas muertas y escenas urbanas. Sin embargo, independientemente del tema, las obras fauvistas compartían una cualidad de vitalidad y espontaneidad, transmitida a través del uso audaz del color y la pincelada enérgica.

Aunque el fauvismo como movimiento organizado fue relativamente breve, su impacto en el arte moderno fue profundo y duradero. Sentó las bases para movimientos posteriores como el expresionismo y el arte abstracto, y su influencia se puede ver en la obra de muchos artistas del siglo XX. En la actualidad, el fauvismo sigue siendo estudiado y apreciado como una de las primeras manifestaciones importantes de la modernidad en el arte.