El arte egipcio se refiere al conjunto de expresiones artísticas desarrolladas en el antiguo Egipto a lo largo de más de tres milenios, desde aproximadamente el año 3100 a.C. hasta la conquista romana en el año 30 a.C. Este arte abarcó una variedad de formas de expresión, incluyendo la arquitectura, la escultura, la pintura, la cerámica, la joyería y la escritura jeroglífica.

El arte egipcio se caracteriza por su durabilidad y continuidad a lo largo del tiempo, así como por su monumentalidad y su enfoque en la permanencia y la estabilidad. La arquitectura egipcia es especialmente conocida por sus impresionantes pirámides, templos y tumbas, construidas con piedra caliza, granito y otros materiales duraderos. Los templos egipcios, como el Templo de Karnak y el Templo de Luxor, son ejemplos destacados de esta arquitectura monumental.

En cuanto a la escultura, el arte egipcio se caracteriza por su estilo frontal y simétrico, con figuras representadas de manera idealizada y estática, a menudo con gestos rituales y símbolos de estatus. Las esculturas más conocidas son las estatuas de faraones y dioses, así como las esculturas funerarias, como las estatuas colosales de guardianes en las entradas de los templos y las esfinges.

La pintura egipcia se encuentra principalmente en tumbas y templos, y se caracteriza por su estilo plano y bidimensional, con figuras representadas de perfil y con una jerarquía de escala basada en la importancia social. Los colores utilizados eran principalmente naturales y simbólicos, con el azul representando al cielo y el verde a la fertilidad.

El arte egipcio también incluye una variedad de objetos decorativos y funcionales, como joyas, amuletos, sarcófagos, vasijas y herramientas, muchos de los cuales estaban ricamente decorados con motivos religiosos y simbólicos.

En resumen, el arte egipcio es una de las manifestaciones artísticas más distintivas y duraderas de la antigüedad, que refleja la rica cultura, religión y sociedad del antiguo Egipto.